sábado, 28 de noviembre de 2009

Una palomada llamada Crepúsculo



No se entusiasmen, chicas, hay algo que no le funciona.



La impotencia sexual de Edward Cullen

En algún momento, más bien tirando hacia finales de la infancia desarrollé cierta obsesión secreta por los vampiros y la estética gótica. Ya a comienzos de el liceo comencé a escribir poesía y cuentos con cierta regularidad, prácticamente toda mi obra literaria de la secundaria puede clasificarse en tres grandes temáticas, vampiros, alguna chica que me gustaba y yo como vampiro mordiendo a la chica que me gustaba. Alrededor del 2002 comencé a frecuentar foros en internet de temática gótica, conocí de esta forma a algunas personas con las que he desarrollado una linda amistad a través de los años, entre ellos a Sofía. Sofía vive en Montevideo, lo que es bastante práctico para cuando tenés ganás de salir a caminar una noche por la rambla con alguien que te acompañe o irte de juerga a la Ciudad Vieja, es que supongo que por cuestiones de estadística y probabilidad, esos foros suelen estar llenos de mexicanos y españoles que por razones obvias, se complica incluirlos en los planes del fin de semana. Con el tiempo Sofía se volvió una respetable profesora de matemáticas y ahora anda ennoviada con un muchacho laburador y de buena familia. Yo entré a estudiar letras en la Facultad de Humanidades, descubrí que la literatura ofrece una infinidad de temáticas y que en la variedad está el gusto, me fui a dando a conocer como narrador y poeta en algunos círculos literarios. Sin embargo las obsesiones toman nuevas formas, se reciclan, ahora que lo pienso estuve dos años y pico de pareja con una chica que tiene aspecto de vampiresa.
Cuando me enteré de que estaban dando una nueva película de vampiros llamada “Crepúsculo” le dije a Sofía de ir a verla juntos. Me pareció linda la temática para recordar los viejos tiempos y además hacia mucho que no nos veíamos. Pocas veces salgo decepcionado del cine y con ganas de pedir que me devuelvan el dinero de la entrada, no es que sea un fundamentalista de cinemateca, pero normalmente uno sabe la clase de film que va a ver, paga la entrada bajo su propio riesgo y nadie se siente estafado.
Resumiendo, “Crepúsculo” es la historia de una adolescente llamada Bella Swan, que por cuestiones familiares debe dejar la soleada Arizona en la que vive con su madre para irse a pasar un año en el nublado estado de Washington con su padre. Apenas pone un pie en el nuevo liceo, tiene un montón de compañeros dispuestos a ser sus amigos, salvo los misteriosos Cullen, que son unos chicos del secundario antisociales y no hablan con nadie pero son tan, tan, tan lindos, en especial Edward que es interpretado por Robert Pattison, uno de los galanes del momento y posiblemente quien inicie en la masturbación a toda una generación de quinceañeras y la que hace de su hermana Alice que no sé quien es pero que le tengo unas ganas barbaras. Con el correr de la trama nos vamos enterando de que los Cullen son una familia de vampiros, pero de vampiros buena onda que sólo beben sangre de animales, ellos se llaman a sí mismos “vampiros vegetarianos”, yo los clasificaria como vampiros lights o vampiros posmodernos, además después que agarran confianza son una familia macanuda que no estaría nada mal tenerlos como parientes políticos y poder compartir con ellos los asados familiares de los domingos. La cosa es que Edward y Bella se enamoran, tienen momentos en que andan a los besos y está todo bárbaro y otros en los que él tiene una actitud de soy un vampiro soy malo, andate antes que te haga algo y ella le responde confío en vos. Todos confiamos en Edward Cullen, sabemos que es más probable que alguien del público se meta en la película y la muerda a Bella antes de que lo haga el propio personaje. Ah, en la última media hora aparecen unos vampiros bien malos que quieren matar a Bella, pero medio que se soluciona al toque, no sea cosa que se nos venga a la idea de que un vampiro puede matar a un personaje importante para la trama.
¿Qué es lo que funciona mal, entonces? Yo diría que casi todo. Uno de los encantos de los vampiros como personajes de ficción es que su condición de seres sobrenaturales los hace estar por fuera de toda convención y mandato social. Un vampiro básicamente hace lo que tenga ganas, a no ser claro que haya una sociedad de vampiros que le exija ciertas normas de comportamiento o que tenga que mantener en determinados momentos una fachada de normalidad. Una de las funciones que cumple la ficción fantástica es darnos un descanso de la realidad y transportarnos a mundos imaginarios que nos permitan soñar un poco. Unos chicos que van al liceo, que estudian para el próximo escrito de biología y preparan la fiesta de egresados, es demasiada realidad y de la que conozco para lo que espero cuando pago una entrada para ver una película de vampiros. La otra función del género fantástico es poder tocar alegóricamente ciertos temas que una sociedad no está dispuesta a abordar directamente. Justamente en este punto también hace aguas “Crepúsculo”, cualquiera que se ha dedicado medianamente al estudio de símbolos, sabe que el vampirismo es una metáfora de la sexualidad. Piensen no más en la típica escena de cualquier película de Dracula, una atractiva muchacha durmiendo plácidamente, Dracula (quien normalmente es representado por un actor de cierto atractivo) se le acerca lentamente, le muerde el cuello, la chica arquea su espalda y pone una cara de dolor que curiosamente se asemeja a una de orgasmo. Incluso los colmillos enterrados en el cuello de la victima son una penetración simbólica.
En la cultural occidental, la sangre se contrapone a la carne. Mientras la carne es la parte corporal del ser, la sangre refiere al aspecto espiritual, una esencia inmaterial. La relación que establece un vampiro con su victima, es de un sexo que vas más allá de las limitaciones físicas que se nos han impuesto. En ese sentido es mucho mas coherente, el vampirismo que presenta Anne Rice, donde los vampiros son anatómicamente incapaces de tener una erección, pero la satisfacción que obtienen de beber de sus victimas supera con creces al placer sexual. El vampirismo como fantasía sexual tiene a su vez otros componentes eróticos, la relación jerárquica que se establece entre victima y vampiro. La victima siente por el vampiro una atracción tan fuerte que nubla su instinto de supervivencia, el vampiro por su parte desea doblemente a la victima, sexualmente y como alimento. La victima se entrega completamente incluso su esencia al vampiro y este la asimila dentro de sí, uniéndose de esta forma a un nivel más profundo que dos amantes convencionales. Podría decirse que el vampirismo como juego sexual funciona como un amplificador del deseo, pero para que eso se de, debe haber sangre, ya sea que esta aparezca realmente o tan solo se juegue a que la hay, es la sangre la que materializa este intercambio sexual-espiritual. Un vampiro que no muerde a su victima, es por lo tanto un amante impotente. No sé que piensan las chicas, a mi se me hace que nadie quiere tener un amante impotente.
Pero quizás la mayor falla de “Crepúsculo” sea en la economía narrativa. Para decirlo sencillamente el arte de contar bien una historia consiste en ir al grano sin perderse demasiado por las ramas a menos que esté claramente justificado. Stephenie Meyer, dijo que quiso escribir una historia de amor entre dos personas diametralmente diferente. ¿Pero tenía que hacer de uno de ellos un vampiro? ¿No podría haberlo hecho un extranjero, pertenecientes a diferentes religiones, estratos sociales, etc? O visto que tenía muchas, muchas ganas de meter un vampiro en la historia, ¿No hubiera sido mucho más interesante poner a Bella en el dilema moral de estar perdidamente enamorada del mismo vampiro que está matando a todos sus compañeros de clase? Ni que hablar con las leyendas indígenas sobre los hombres-lobos que según parece tienen más protagonismo en las novelas subsiguientes de las sagas. No entiendo esa manía de que cuando una historia tiene alguna clase de criatura sobrenatural, empezar a meter otras a troche y moche como si eso la hiciera por sí misma más interesante.
Tal vez deberíamos entender la saga de “Crepúsculo” como una alegoría religiosa y de amor a Dios, donde el creyente (Bella) siempre tendrá a un ser eterno y todopoderoso (Edward) para cuidarla y protegerla. Si bien esta interpretación parece ser mucho más coherente, no deja de ser un tanto asonante que para simbolizar la divinidad haya elegido al vampiro, imagen tradicionalmente asociada con la sensualidad y lo blasfemo. Por otro lado las feministas tendrían mucho que decir sobre que la protagonista mujer sea la sumisa creyente mientras el hombre sea el Dios todopoderoso. Podría tirar algunas pistas al respecto, pero por respeto a la propias feministas prefiero que sean ellas las que hablen.

4 comentarios:

  1. la mejores pelis de vampiros:
    * Nosferatu (la muda, corte expresionista)de Murnau
    * Nosferatu de Herzog
    * El Ansia (Sarandon-Bowie-Deneuve) música de Bauhaus.(esta peli inspiró cosas en mi vida!)
    * Entrevista con un vampiro
    * El Drácula de Coppola (un de los más fieles a Bram Stocker).

    Firma Laura, del clan vampírico Toreador...

    PD: hace unos años Roberto Suárez hizo una brillante obra en el edificio del Jockey Club (patrimonio histórico): El Vampiro en el Jockey. Una de las mejores obras de teatro que vi.

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  2. me olvidaba de LA DANZA DE LOS VAMPIROS de ROMAN POLANSKY.

    y DEL CREPÚSCULO AL AMANECER de ROBERT RODRÍGUEZ pero con guión del grandioso TARANTINO

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  3. led, nuevo blogs, asi soy yo, gracias por asegurarme que jamas vea lo que parece ser una porquería, cuando harán una película de amor con tentacle rape

    en cuanto a la lista de arriba no puede dejar de agregar Vampiros de ese genio incomprendido que es John Carpenter, también muy recomendable el libro que me cago más en toda mi vida, La hora del vampiro de Stephen King, una obra maestra, para seguir con el tema de los chupasangre

    saludos
    de Nico Cortázar

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  4. Hola mi rey :) como te avisé en el correo recién yo también cree un Blog esta tarde aunque aún no publiqué texto estoy pensado que entrada crear de primeras. Me gusta como estás llevando esto y muy interesantes tus reflexiones.,
    Te agrego a mi lista de Blogs que sigo para estar al tanto;)
    Abrazos.

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