domingo, 21 de marzo de 2010

Botija, yo estuve ahí, cuando los Guns and Roses tocaron en Montevideo



Los Guns and Roses a mediados de los ochenta, cuando supieron ser la banda de rock más famosa del mundo.



Los Guns and Roses, más o menos ahora, cuando tocaron en Montevideo. En realidad es imposible decirlo con certeza, cambian algún miembro cada dos meses.

El estadio no estaba repleto, digamos que estaba ocupado en tres cuatro o un ochenta por ciento, lo que también es una buena metáfora de la intensidad, la magia y el espíritu que dejaron sobre el escenario. Por supuesto que tres cuartos de la energía de los Guns and Roses es mucho más de lo que muchas bandas pueden llegar a dar.
Personalmente tenía varias razones para ir, la primera y fundamental es que es una banda que me gusta y mucho, En segundo lugar pocas leyendas del rock internacional han venido a Uruguay, que yo recuerde se limitan a Bob Dylan, Eric Clapton, Jeff Beck y Deep Purple, contar a Mick Jagger y a James Hetfield que llegaron con el único fin de disfrutar de nuestras playas es hacer trampa. Mi política es que cuando semejantes instituciones del rock llegan al país es ir a verlos en concierto, siempre y cuando San Bolsillo Martir lo permita. Finalmente podría ser visto como un acto de resistencia, en el panorama musical uruguayo los rockeros nos encontramos asediados por dos frentes, por un lado toda la movida tropical y por el otro la temible mafia del Cabo Polonio con la que debemos tranzar más de lo que quisiéramos por nuestra propia supervivencia. Un concierto de escala tan masiva puede ser visto como una forma de decir “el rock vive y lucha.”
En cambio la nostalgia no fue parte del combo, cuando los Guns and Roses estaban de moda, cursaba los primeros años de la escuela y mis horizontes musicales no iban más allá de la música de Jugate conmigo” y los casettes de Horacio y Gabriela. Recuerdo a Javier Brum, un amiguito de por aquel entonces que era fanático de los Guns, incluso tenía una camiseta con la cara de Axl Rose. Prácticamente no he sabido nada de él en los últimos doce años, pero por lo que tengo entendido, Oasis es el rock más pesado que toleran sus oídos. Comencé a escuchar a los Guns ya entrada la adolescencia, un poco por medio de amigos con hermanos mayores que si habían vivido sus años mozos durante la edad dorada de las huestes de Axl y otro tanto gracias al pequeño revival que tuvieron con la publicación del disco “Live Era 87-93” allá por 1999.
Yendo al tema del concierto propiamente dicho, el primer elogio de la noche se lo lleva Sebastian Bach. La verdad que meritorio lo suyo, logró comprarse a una audiencia que en un primer momento lo veía como una molestia a tolerar antes de ver a los Guns and Roses. Es cierto que el músico canadiense (quien aparentemente es una leyenda del rock norteamericano), fue un Don Juan sin escrúpulos que le juró amor eterno al público uruguayo, aún sabiendo que le será infiel con la próxima escala de la gira. Mientras que quienes nos encontrábamos esa noche en el Centenario, nos comportamos como una quinceañera ilusa dispuesta a creerse todas aquellas mentiras, pero el rock tiene mucho de revolcones de una noche y más bien escasea en matrimonios que duran toda la vida.
La actuación de los Guns and Roses, fue como dije anteriormente a tres cuartos de maquina, pero no dejaron de ser los Guns and Roses. Y si bien es cierto que que de los miembros originales solo quedan Axl y Dizzy Reed, los nuevos músicos tocan muy bien, en especial el guitarrista DJ Ashba que sale muy airoso del reto que significa estar en el lugar de Slash, sólo en algunos momentos del solo de “Sweet child o'mine” y en la introducción de “You could be mine”se notó de que no se trataba del legendario violero.
Algunos amigos decidieron no ir porque entienden que no vale la pena gastar dinero para ir a ver a una banda en decadencia. Mi forma de ver las cosas es distinta, la decadencia de una banda se da más que nada a nivel creativo en la capacidad de interpretar música. Por lo tanto una conjunto de rock que viene en cuesta abajo, aún puede tocar sus viejos éxitos tal y como lo hacia antes. En ese sentido podría decir que por momentos era posible cerrar los ojos e imaginar que se estaba en en un concierto del “Use Your Illusion Tour” cuando parecía que iban a volverse los dueños del mundo. Respecto a los temas nuevos me parecieron que estaban buenos, al menos de primera oída en un concierto en vivo. Lo que si falló fue la voz de Axl Rose, que en varios momentos costaba oírlo, no sé si era problema de ecualización, la distancia en la que estaba o su voz, el tema que para mi disfrute del concierto fue un punto en contra.
En una brevisíma reseña del concierto que subió mi amigo Jorge Alfonso al facebook interpreta el hecho de que Axl Rose haya mostrado un par de veces la banda uruguaya en el concierto como una demagogia. Eso lo tomé más bien como parte del protocolo rockero (si es que algo puede caber), de la misma manera que cuando un jefe de estado extranjero llega al país, se reúne con el Presidente y le rinde homenaje a Artigas depositando un arreglo floral en la estatua de la Plaza Independencia. Un rocker de gira, muestra en escenario la bandera del país donde se encuentra. Si me pareció demagogia en el caso de Sebastian Bach, porque no pasaban más de tres canciones sin que agarrara la bandera uruguaya.
Por mi parte no me gustó la actitud de los Guns de retrasar el concierto dos horas y media, dando comienzo a eso de la 1:20 y terminando a las cuatro y pico, un jueves a la noche. Entiendo que la estrella de rock es un espécimen esencialmente nocturno, que nunca se levanta más temprano del mediodía, pero la mayoría de quienes fuimos a ver el concierto, somo o estudiantes o laburantes que tenemos que levantarnos temprano al día siguiente y una banda se debe a su publico. No sé, quizás sea demasiado pedir que una banda de rock de los Estados Unidos, tengo un poco de comprención hacia los trabajadores uruguayos.
Finalmente me quedé con las ganas de verlos tocar “Civil War”, “Dust n' bones” “You're crazy” y “Move to the city” pero bueno, eso tiene que ver más con mis gustos personales.

2 comentarios:

  1. Primero que nada,que bueno que no tocaran Civil War porque ahí si hubiera lamentado no haber ido, es uno de mis temas favoritos (mal lo mío, re egoista,perdón).
    Sí, tuve la oportunidad de escuchar a Sebastian Bach,quien fuera vocalista de una banda emblématica de los 80:Skid Row. Lo de ellos era el famoso Glam. Por ejemplo,su disco "Slave to the Grind" fue uno de los mas vendidos de 1991,y si no me equivoco,el año anterior la banda habia estado de gira con los Guns y Metallica.
    Por lo que me dijeron, Sebastian todo un showman que supo meterse al público en el bolsillo(y por lo que escuché desde mi azotea, se ve que gustó mucho). Es cierto que sabemos las reglas del juego, "a todas les dirá lo mismo"se aplica a cualquier artista extranjero que quiere enganchar a la gente.
    Lo que no me extraña para nada es que Axel se hiciera esperar. Si bien me gustaba la banda, durante toda mi vida le he profesado un rechazo visceral a este señor. Por supuesto que todas las estupideces que hace forman parte del personaje que se creó.
    Tema aparte, que Axel sea un tarado, no quita que la banda sea buena,o que es una leyenda de la música, ni que ,de haber tenido guita,me tomaba un bondi y me quedaba haciendo puerta en el estadio.
    Pero no puedo evitarlo, los Guns sin Slash, son como Nightwish sin Tarja. Prefiero no enterarme de como puede haber sonado mi favorito:"You could be mine" a manos de este DJ Ashba,que por mas simpático y accesible que sea con el público...no es Slash.
    Como sea, mas allá del mal sonido, del divismo de Axel,de lo que sea, esto quedará grabado en la memoria de todos los que lo vivieron. El título de tu entrada creo que lo resume perfectamente

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  2. Que tal estás rey? HAce tiempo no sé de vos espero que andes de lo mejor acá estamos con mucho trabajo pero la vida sonríe como quien dice. Besos. TKm Siempre contigo pese a la distancia.

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