lunes, 5 de septiembre de 2011

La espada Sabaela, segunda parte



No todos los elfos murieron en el hundimiento de Elfadea. Unos pocos cientos, pudieron llegar a los pocos barcos que quedaban en condiciones y resistir los duros vientos.

Virdriel era hija de un elfo y una mujer. Tales mezclas ocasionaban extrañas variaciones en el proceso de envejecimiento. A pesar de sus cuatrocientos años, mantenía un poco común, aspecto aniñado.

La nave de Virdriel era una de las escasas que pudo perdurar la tempestad durante los tres días. En un impulso, la media-elfa se dirigió a la proa y gritó a Nefoljé.

  • ¿No es ya suficiente?

    Inescrutable resulta el corazón de los dioses. Por alguna razón, la elfa había conmovido al señor de los mares. El cielo se despejó, las aguas se aquietaron. Los barcos pudieron llegar a tierra firme.

    Los elfos se establecieron en un bosque relativamente alejado de la costa. La civilización que construyeron fue mucho más humilde que la anterior. El temor a una nueva ira divina los hizo conformarse con poco. Existía, también una importante limitación práctica. Casi todos sus sabios había perecido bajo las olas y con ellos muchos de sus conocimientos.

    Como ni Pavlas ni Luzdräen habían dejado herederos, decidieron que lo más justo era nombra a Virdriel como Reina. El modesto reino de los elfos, seguía rigurosos rituales para mantener aplacados a los dioses y poder subsistir.

    Santa Sofía, se las arregló para ocultar su embarazo frente a su familia. Durante los festejos de la primavera, dio a luz en el bosque de los elfos a un niño que llamaron Igolas.

    La propia Virdriel, llegó a plantearse que el hijo de la diosa, era más digno de reinar que ella. Pero Santa Sofía la convenció de que lo mejor era que su hijo mantuviera un perfil bajo para no llamar la atención de los otros dioses.

    Cuando Igolas alcanzó la mayoría de edad, su madre le regaló la espada Sabaela.

    Sin la hegemonía de los elfos, la guerra entre los hombres se volvió endémica. El reino de Flörtrien consideraba que había llegado su momento, pero Gaditaña, pronto significo una amenaza para sus intereses. Como si esto fuera poco, a los pocos siglos, los dioses consintieron en re emerger la isla de Elfadea, donde prosperó el reino humano Paidea, que se tornó un tercero en la discordia.

    Cansados de la guerra, cada vez más hombres decidieron asentarse junto a los elfos. De las entrañas del bosque fue emergiendo una ciudad que convivía en armonía con los árboles. Nadie sabe a ciencia cierta como, pero recibió el nombre de Escorpia. Casi sin quererlo, por necesidad, fue expandiendo sus fronteras.

    Virdriel no llegó a reinar doscientos cincuenta años. Nunca se adaptó a su nuevo país y de a poco la consumió la tristeza. Cuando murió parecía una niña vieja. Su sucesor fue Maguelas, uno de los alumnos predilectos, de Tincol el hermoso.

Al revés que Virdriel, Maguelas tomó una política externa más activa. Aunque no siempre lo lograba, intentaba mediar para lograr la paz entre los diversos reinos.


Llegó el día que queriendo evitar una nueva guerra, decidió enviar un embajador a Flörtrien. Debía ser alguien cuya sola presencia impusiera respeto, capaz de convencer y suficientemente sabio para entender el punto de vista del otro. Existía alguien así, en Escorpia: Igolas.


El embajador partió en su misión. Un largo camino se interponía entre su país y Flörtrien. Quizás el punto más peligroso del viaje fuera un pasaje entre las montañas. No sólo era riesgoso por el paisaje, también porque Diopamedes acostumbraba a matar su aburrimiento, humillando e hiriendo a quienes pasaban por allí. Evidentemente, quien viene a negociar la paz, nunca será del agrado del dios de la guerra.


Una armadura gigante, sin piel ni rostro que la sustentaran, se le apareció a Igolas.


  • Yo soy Diopamedes, señor de la guerra. Eres libre de elegir, forastero. O me entregas todo ropaje y arma, volviendo por donde has venido o me enfrentas con ilusa esperanza, de que continuaras tu camino.


Seguramente el dios no reconoció a la espada. Pero Sabaela sí reconoció a Diopamedes y dio valor al elfo. El hijo de Santa Sofía no dudó, cargó dispuesto a matar. Sorprendido, el señor de la guerra se hizo a un lado, pero al rotar pudo golpearlo con su descomunal puño, tan fuerte como una avalancha.

Igolas cayó al suelo, ya sin vida. Diopamedes, no vio o no le interesó, la espada que había quedado clavada en la tierra.


Para regocijo del dios, se desató la guerra. Lo que no se daba cuenta es que cada vez que los hombres acudían a las armas, Escorpia se hacía más fuerte. Y con ella, los plantes de venganza que Santa Sofía lentamente tejía. Con igual lentitud, crecía en torno a Sabaela un rosedal

viernes, 26 de agosto de 2011

La espada Sabaela, primera parte



Para Cisa que le gustan mis cuentos de hadas.

Después de haber experimentado con los humanos, los dioses hicieron a los elfos a su imagen y semejanza. Quien nosotros conocemos como Santa Sofía no participó en la creación, era todavía muy niña como para dominar el arte de transformar en algo vivo la inerte tierra que se moldea entre las manos.


Más que vida creada de sus propios dedos, los elfos fueron compañeros de juegos y amigos para la diosa niña. Es lógico, los otros dioses eran ya adultos y con poca paciencia para los niños. Por aquel entonces, el mundo era un lugar nuevo, los colores tenían otra fuerza. Cada amanecer y puesta del sol parecía una fiesta de la naturaleza.


Los elfos se instalaron en una isla conocida como Elfadea. Construyeron una delicada civilización, donde cada edificio era una obra de arte, la música era dulce, los poemas emocionaban, las esculturas un deleite. Llevaron a tal refinamiento la ciencia de criar caballos que les crecieron hermosas alas con las que surcaban los cielos. Mientras sus naves en forma de cisne, llegaban hasta los confines del mundo.


A medida que fueron necesitando, organizaron un gobierno. Eligieron como su Rey a Pavlas, quien tenía un sólido sentido de la justicia.


Pero el mejor amigo de Santa Sofía era Tincol el hermoso. Tal vez el vínculo tan especial se debía a que él era el más joven de los elfos creados por los dioses y ella la menor de los dioses. Un día estaban conversando de la creación y la transformación de la materia. Santa Sofía tomó carbón, un poco de piedra y lo desafió a que creara algo realmente bello. Tincol que era un artista nato para todo lo que requiriera destreza con las manos, hizo una singular espada a la que bautizó como Sabaela.


En aquellos tiempos, Sabaela no fue considerada una espada mágica pero sí una pieza muy refinada. Santa Sofía admiró la calidad con la que estaba hecha, pero las armas no iban con ella, así que sugirió que se la regalara a su Rey. Pavlas llevó a Sabaela en su cinto por el resto de los milenios en los que reinó.


Todo llega a su fin, incluso para los elfos. Los dioses estaban cada vez más preocupados por los conocimientos que día tras día adquirían sus creaciones. Temían que llegado el momento los derrocaran como ellos habían expulsados a los monstruos que dominaban la tierra en el inicio de los tiempos. La paciencia de los divina se acabó cuando un Rey humano, optó por no realizar los sacrificios exigidos ese año, debido a que la cosecha había sido especialmente magra. Como era de esperar, la peste asoló rápidamente el reino. Sin embargo este Rey cuyo nombre la historia ha olvidado, pidió ayuda a Pavlas. Rápidamente una delegación de elfos llegó al lugar con pócimas que curaban la enfermedad.


De todos los reinos humanos, el más poderoso y el único que podía rivalizar relativamente con los elfos, era Flörtrien. Todos los dioses, salvo Santa Sofía, llenaron de envidia el corazón de dicho Rey.


Días después una numerosa delegación de éste reino se apareció en la corte de Pavlas. Las conversaciones fueron distendidas y animadas. Sorpresivamente los hombres sacaron sus espadas y asesinaron a cuantos elfos pudieron, entre ellos a Pavlas. Uno de los principales objetivos era Luzdräen, la hija del Rey, pero gracias al valor de Maidelas, un elfo todavía joven, la princesa salvó su vida. El coraje de Maidelas, tenía su motivación, estaba secretamente enamorado de Luzdräen.


Pronto los elfos contuvieron la situación y pudieron enterrar a su Rey, mientras pensaban quien sería su sucesor. Por primera vez y quizás única, decidieron seguir el ejemplo humano y nombrar Reina a Luzdräen. Ella no se consideraba una princesa, ya que se suponía que su padre gobernaría por siempre. Su sentido del deber pudo más que su miedo y aceptó. A pesar de que su corazón era puro y mostró sobrada inteligencia, algunas veces se extrañaba la sabiduría que su padre había acumulado. El primer acto de la flamante Reina, fue entregarle Sabaela a Maidelas, en agradecimiento a su valentía.


El reinado de Luzdräen, no llegó a los cuatrocientos años. Los dioses indignados por lo rápido que los elfos se habían recuperado, decidieron hundir la isla de Elfadea y destruir la civilización elfica de una vez y para siempre. Para sorpresa divina, Elfadea resistió durante tres agónicas semanas, gracias a tales tecnologías que fácilmente se confundían con magia. Cuando todo parecía perdido, diez mil hombres de la isla de Gaditaña llegaron a reforzar las defensas de Elfadea.


Santa Sofía, divida entre sus parientes los dioses y el amor que sentía por los elfos, vivió con angustia la guerra. Tan sólo pudo colarse una noche especialmente oscura dentro de Elfadea. El encuentro con Tincol fue por de más difícil, ya nada de alegría quedaba en su compañero. Un impulso dominó al elfo cuando fueron a despedirse. El beso no se dirigió a la mejilla sino a la boca de la diosa, ella le respondió con otro, se abalanzaron a una cama y ahí desataron pasiones largamente contenidas.


Tincol, se negó a ir con Santa Sofía. Dijo que si su mundo perecía, él debía morir también. Ella se marcho sabiendo que sería la última vez que se verían, pero aún ignorando lo que ya se estaba gestando en su vientre.


Los mares fueron tragando poco a poco a Elfadea. Cada ola era una marea de cadáveres. Tan sólo el enorme palacio real resistía. Diopamedes, dios de la guerra, tenía la intención de matar con sus propias manos a la Reina. Un trueno quemó las puertas del palacio. Todos reconocieron aquella armadura como la noche más oscura. Luzdräen y una pequeña comitiva huyeron por las escaleras de la torre mayor.


Pero no Maidelas. Sabaela en mano, el elfo envistió contra el dios. Increíblemente no sólo lo hirió, sino que dejó la espada incrustada en la pared. Diopamedes rió con arrogancia, pero comenzó a preocuparse cuando vio que no podía quitarse la espada ni pasar a través de ella. Eso ni impidió que extendiera su brazos y de un rápido movimiento ahorcara al elfo. El sacrificio de Maidelas no sirvió de mucho, Luzdräen murió ahogada poco tiempo después, cuando el mar se tragó la torre y con ella lo que quedaba de Elfadea.


Tres días tardaron las aguas en calmarse. Nefoljé, dios de los mares encontró a Sabaela.

  • Creo que esto te pertenece ahora.

  • Le dijo a Santa Sofía.




domingo, 7 de agosto de 2011

La ratonera (un amor trágico)






Claudio:¿Te has enterado bien del asunto? ¿Tiene algo que sea de mal ejemplo?

Hamlet:No, señor, no. Si todo ello es mera ficción, un veneno..., fingido; pero mal ejemplo, ¡qué! No señor.”
(Hamlet, Acto IV, Escena XIII)


Esta es la trágica historia de amor entre una mujer llamada Salmonela y un hombre conocido como Lucrecio. No voy a decir que se trató de amor a primera vista porque además de ser un clisé poco creíble hoy en día, sería faltar a la realidad. Lo cierto es que se fueron conociendo poco a poco y así fueron descubriendo que tenían muchas cosas en común como que la compañía del otro les era en extremo agradable. Si la pareja tardó un poco en concretarse, fue principalmente porque ambos eran bastante come mocos. Por suerte una noche, el alcohol les quitó unas cuantas inhibiciones y finalmente se animaron a confesarse mutuamente sus sentimientos.

Los novios fueron recibidos con alegría tanto por los amigos de él como de ella, cabe aclarar que por aquel entonces no tenían amigos en común. Tampoco voy a afirmar que todo entre ellos era vino y rosas. Tenían sus dificultades como más o menos toda pareja, pero a su favor tenían algo muy importante, la sinceridad para hablar, aclarar las cosas y solucionar los problemas que se iban presentando. La casi idílica luna de miel, duró hasta una reunión en la casa de unos amigos de Salmonela. Resulta que luego de almorzar, ella decidió a tomar una banana a manera de postre, a lo que Lucrecio comentó en tono jocosamente libidinoso:

  • ¡Ah! Así que te gusta comerte la banana.

    Se trató de una broma de dudoso gusto, pero ella respondió con una sonrisa. El hecho es que al resto de los presentes les cayó muy mal el chiste y comenzaron a cuchichear entre ellos que Lucrecio era un pervertido y que únicamente pensaba en sexo.

    La pareja prácticamente olvidó aquel comentario, pero los otros asistentes de la reunión tuvieron durante meses terribles pesadillas con enormes y diversos objetos de claras connotaciones falicas y la omnipresente voz de Lucrecio repitiendo hasta el hartazgo:

  • Así que te gusta comerte la banana, comerte la banana, comerte la banana...

    El grupo de amigos continuó reuniéndose con regularidad, salvo que ya no hacían extensiva la invitación a Lucrecio. La asistencia de Salmonela, se tornó más esporádica, a veces prefería hacer otros planes con su novio, alguna vez, iba casi por obligación y las menos, concurría porque quería. De todas formas, siempre se sentía un tanto incómoda con ellos, por más que seguía queriendo muchísimo a sus amigos, no podía disfrutar completamente sabiendo que tenían tan bajo concepto de la persona que más le importaba en el mundo.

    La consecuencia lógica de este asunto fue que comenzaron a frecuentar más a menudo a los amigos de Lucrecio y hacer proyectos con ellos. Estos tenían en mucha estima a Salmonela, lo cual era claramente mutuo. La barra de Lucrecio era macanuda pero bastante más descontracturada y excéntrica que la de su novia. Solían consumir cantidades industriales de alcohol, marihuana, la mayoría eran fanáticos del hentai y tenían un sentido del humor escatológico. Aunque quien irritaba realmente a Salmonela, era Fernando, un muchacho encantador a quien ella le tenía cariño. Pero resulta que era el único hombre en todo el mundo al que le gustaba Ricardo Arjona y había que aguantarlo cantando temas del cantautor hiriendo su preciada sensibilidad rockera.

    Otra persona que colmaba la paciencia de Salmonela, era la ex de Lucrecio. El problema no es que fuera la ex de su novio, prácticamente todo adulto tiene hoy por hoy, uno o más ex. Tampoco es que se llevaran mal, a decir verdad tenían una buena relación, el problema es que era cantante y se le había metido en la cabeza que Salmonela tenía un increíble talento natural para cantar, por consiguiente la invitaba para ser parte de sus espectáculos. Al principio disfrutaba bastante de los ensayos y los conciertos, pero con el tiempo se fue hartando de semejante tren de trabajo y de las exigencias cada vez mayores que cargaban sobre sus espaldas.

    A todo esto, los amigos de Salmonela se dieron cuenta, que su mera presencia ya les hacía acordar a Lucrecio y el abominable episodio de la banana. Comenzaron por no invitarla más a ninguna salida. Luego fueron declinando las invitaciones de ella, cada vez con más frecuencia , escudándose en excusas gradualmente menos creíbles. Por supuesto que esto fue minando sus ánimos y su autoconfianza, comenzó a tener claros síntomas depresivos. Los cuidados y preocupaciones de su novio, sólo sirvieron para enlentecer las cosas pero no para evitarlas.

    Una noche de viernes, los amigos de Lucrecio organizaron una reunión que prometía ser especialmente divertida. Media hora antes de salir, Salmonela, avisó que no iba ir, él dijo entonces que si ella no iba, tampoco iría, pero le respondió que fuera, que bastante veces se había él quedado en casa porque ella no quería salir. Antes la insistencia y preguntas, se limitó a contestarle.

  • Tus amigos son re bien, pero me hacen acordar a los mios y los extraño...

    Con un mal pálpito en la garganta, la dejó sola. El asado y la cerveza lo ayudaron a olvidar aquella desagradable sensación. Cuando regresó tarde en la noche, encontró a Salmonela en la cama, estaba fría, con blisters vacíos de diversas pastillas en la la mesa de luz y una nota que decía:

    Amado Lucrecio:

    Sos lo mejor que me pasó en mi vida, te amo y si hay alguna clase de vida después de la muerte, sé que te seguiré amando desde allá. El problema es que ya no puedo seguir viviendo, no soporto más sentirme una paria frente a mis propios amigos. Tampoco soporto un segundo más del “Minuto” de Arjona, ni que Calpurnia sufra ataques de esquizofrenia catatónica cada vez que desafino media coma (bien sabés que cantar es lo último que quiero), ni en una cueva afgana podré escapar de eso.

    Esta es la única salida posible.

    Espero que sepas perdonarme:

    Te amo

    Salmonela.

    P.D: por favor, decile a mis amigos que a pesar de todo, los quiero y los seguiré queriendo en el otro mundo.

    Destrozado, hizo todos los arreglos correspondientes a la muerte, hacer declaraciones policiales, firmar los papeles de la funeraria y avisar por diversos medios a amigos y allegados. Nadie perteneciente al circulo de amistades de la fallecida se apareció en el velorio, tampoco fueron a visitar su tumba en los meses siguientes, temían cruzarse con un ser tan asqueroso y denesnable como Lucrecio, temían volver a vivir en su memoria el pavoroso episodio de la banana.

    Pese a todas las precauciones, se lo terminaron cruzando. Lo vieron medio año después, una tarde poco antes de que anocheciera, del otro lado de la acera. Era las ruinas del hombre que alguna vez fue, caminaba arrastrando los pies, su espalda estaba tan encorbada que parecía soportar toneladas. Uno de ellos lo señaló:

  • ¡Hijo de puta! ¡Por su culpa se suicidó Salmonela!

    Lo más conveniente para la fluidez de este relato, es ahorrar detalles respecto a la soberbia paliza que le proporcionaron. Los múltiples puntapíes en la cabeza le causaron graves lesiones cerebrales. Desde entonces Lucrecio permanece en una sala de hospital, hecho un vegetal. Por supuesto que los agresores fueron llevados a la justicia, pero el expediente judicial se perdió en alguna oficina y ninguno de ellos pasó más de una semana tras las rejas.

sábado, 25 de junio de 2011

La dama del hielo


Cuento de hadas que escribí en 2001. La ilustración es de Victoria Francés.

Los caballos estaban cansados, resoplaban, sus trotes era pesados y entreverados. El cielo se oscurecía, tornado lentamente el gris en negro.

La pareja huía del sol que se ponía, como del ejército del siniestro Rey que los perseguía. Emado y Virinia pararon en un cementerio, se acostaron sobre la base de un mausoleo.

  • Estaremos seguros aquí, nadie busca a los vivos entre los muertos.

  • Lo que sea, mañana por estas horas estaremos en Maslasia y ya no temeremos más.

Soñaron sueños de esperanza, cuando el frío de la noche o la dureza del mármol no los llamaban a la vigilia.

El sol del invierno despertó a Emado, sus ojos se despabilaron y a la luz se acostumbraron, no dieron crédito al horror que veían. Dentro de un perfecto prisma de hielo, se encontraba su amada Virinia. Con solo contemplar tan morboso espectáculo, su corazón se congelaba al mismo ritmo con el que cual sentía que su propia vida se le iba. Tanto amor, tantos sueños que confluían en un solo sueño, todo un pasado y el futuro bajo una frío, inhumano e inexplicable hielo.

Su primera reacción fue romper el hielo con su espada, pero no importaba cuanto rompía, se reconstruía. Las esperanzas de que se derritiera, se fueron desvaneciendo, como la agonía de una enfermedad va terminando con una vida.

Vinieron románticas primaveras, calurosos veranos, tristes otoños y helados inviernos, cada uno teñido con un tono de desesperanza más amargo que el anterior.

Emado consultó científicos, hechiceros, brujos de las más extrañas creencias. Leyó el libro de las profecías y aunque reconoció a su amada en uno de los cantos, no pudo comprender como ni cuando terminarían sus penas.

Finalmente se resigno a llorar frente al hielo que tenía prisionero a su amor. Así perdió todo cuidado de si mismo, su aspecto se fue deteriorando. Sus fuertes carnes, dieron lugar a los frágiles huesos, causados por el hambre de quien no quiere comer.

Un día, llego con el sol tan numeroso ejército que la tierra temblaba a su paso. Estaba liderado por un hombre de largas caballeras, dignas de los antiguos emperadores. Montaba el caballo a pelo y con el torso desnudo, mostrando la fuerza de quien no le teme a los crudos inviernos de aquella inhóspita tierra.

  • Salud noble hombre, que llora por amor.

  • ¿Eres tu el glorioso reconquistador quien volverá a unir las tierras reas? ¿O eres Madek mi viejo compañero de armas?

  • Soy ambos a la vez. Pero si tu eres Emado, ella es...

Con una ira tan grande como la gloria al la que esta destinado, el reconquistador, enterró su espada en la estatua del mausoleo. Un grito se escucho desde las extrañas del infierno y un terremoto rompió el hielo que a Virinia inmovilizaba.

Así se cumplió la más espectacular de las profecías sobre el reconquistador. Los mezquinos reyes que sometían la tierra, empezaron a temblar al escuchar su nombre.



martes, 14 de junio de 2011

Tres borrachos


Los tres borrachos en cuestión con el Franchute, esta foto también es de Floresta, aunque de una salida más feliz.

- ¡Hijo de puta! ¡Hijo de puta!

Gritabamos los tres a coro, intentando afinar y manteniendo a duras penas un patrón rítmico. Krosty hacía las veces de maestro de ceremonias.

-San Cayetano, te pedí una mano y no me la diste.

-¡Hijo de puta! ¡Hijo de puta!

La rambla de la Floresta estaba desierta, a no ser por nosotros que blasfemábamos la noche con nuestros cantos. Hacía frío y viento como en cualquier lado de la costa uruguaya una vez que se ha retirado el verano.

-Santa Catalina, te pedí una mina y no me la diste.

-¡Hijo de puta! ¡Hijo de puta!

Como trío deberíamos vernos bastante caricaturescos, Ciro el más alto y desgarbado de los tres, posiblemente el más borracho, caminando como si su altura conspirara para poder mantenerse en pie. Krosty y yo aproximadamente de la misma estatura y similar grado de ebriedad, aunque el alcohol nos despertara distintas facetas. Fue hace diez años, ya. Hacíamos lo que mejor podían hacer unos adolescentes conscientes de que se le está terminando la adolescencia. Unas horas antes, o quizás la noche anterior, Ciro y yo habíamos descubierto que no teníamos nada en común con el resto de nuestros amigos con los que habíamos ido a Floresta y cualquier excusa nos era buena para apartarnos e intentar alejarnos de los enormes conventillos que se estaban armando. Caía la noche cuando nos cruzamos con Krosty, había hecho un sorpresivo cambio de planes y decidió tomarse el fin de semana fuera de Montevideo. Más que como a un amigo lo recibimos como a un salvador, quien hizo que la salida valiera la pena.
Una casa me llamó la atención, quizás era que estuviera más alta que el resto o el caminito de piedra que invitaba a pasar. Llegué hasta la puerta y la señalé.

- Va... vamos a tocar timbre a... a ver si hay al... alguna mina que encare.

Quedamos un momento quietos, sin saber que hacer. Más que mano, fue la manopla de Krosty, embrutecida por el alcohol la que golpeó el timbre. Del otro lado se dejó oír la cacofónica respuesta. Nos miramos un instante y salimos corriendo, corrimos. Corrimos a más no poder, como aquella vez que saliendo de la casa del Negro nos persiguieron una manada de planchas por media Rambla Pocitos. Corrí, como unos meses antes lo había hecho borracho y desnudo frente a una cámara porque habíamos querido imitar un videclip de moda por aquellos tiempos. Corrimos y ya no importó la borrachera, el alcohol era el combustible que nos mantenía caliente las mejillas. Corrimos y nos olvidamos por un instante de la Floresta, el Franchute, el Queso Acevedo y el Coqui Giró. Corrimos y fue como que nuestros pie nos fueron despojando del suelo para elevarnos a otro lugar. Corrimos y había música por donde pisábamos.

domingo, 5 de junio de 2011

El síndrome de apocalipsis


El fin del mundo es la solución a todos sus problemas, espere sentado a que llegue y no haga nada más al respecto.


Algo se ha venido jodiendo en estos últimos cincuenta años. Hasta finales de los sesenta las posibilidades de vivir en un lugar mejor y aquellos ambiciosos pero bien intencionados proyectos de cambiar el mundo, dependían principalmente de la capacidad de diversos colectivos de organizarse y de poner manos a la obra. Este año, un chanta (porque no hay manera más exacta de definirlo) llamado Harlod Camping, dijo que tras haber estudiado detenidamente la Biblia, esta anunciaba sin lugar a dudas que el fin del mundo sería el 21 de Mayo de 2011. Lo que evidentemente era un gran fiasco para cualquier persona con sentido dos común, tuvo una enorme difusión y propaganda. “Garantizado por la Biblia” podía leerse en un sellito que traían los afiches, como si la Biblia fuera un laboratorio que certifica la calidad de los productos. Además se llamaba a “prepararse” para dicho suceso, de la misma forma que uno puede irse preparándose para un evento importante, ya sea comprando la ropa adecuada, informándose al respecto o haciendo los arreglos que sean necesarios.


Me resultó curioso que en el más bien no religioso Uruguay, tal evento tuviera tanta difusión y estuviera más presente en las conversaciones de lo que suelen estar semejantes idioteces. De alguna forma parece que cada vez hay más gente que tiene ganas de que haya una gran catástrofe que termine con todo y todos de una vez y para siempre. El fin del mundo está dejando de ser un panorama desolador para volverse la esperanza de muchos.


Habrá diferencias de matices, pero creo que todos estamos básicamente de acuerdo que el mundo dista de ser un lugar idílico. No hay que analizarlo muy profundamente, razones saltan a la vista por todos lados. Lo jorobado es que cada vez haya una mayor cantidad de personas que creen que la única solución posible es que venga el enorme cataclismo que nos borre a todos del mapa. Cada uno que piensa así, es un punto a su favor que se suman quienes están muy cómodos y adinerados con el estado actual de las cosas y no tienen el menor interés en que cambien.


El fin del mundo, es a su vez una especie de solución light a todos los problemas actuales de la humanidad, es rápida, bien publicitada, no requiere demasiado esfuerzo de parte de nadie; el hecho de que sea horrorosa e inhumana pasa a considerarse un mal menor.

A menos hasta los años sesenta, las soluciones a los problemas estaban en nuestras manos y no dependíamos de la ira divina o de que un meteorito se escrache contra el planeta. Por supuesto que cuando uno se informa sobre los ideales y objetivos de la mayoría de los movimientos que conformaron el espectro social y político de todo occidente desde mediados del Siglo XIX hasta 1970, queda la sensación de que eran un tanto ingenuos e idealistas como que tuvieron un gran fracaso en líneas generales. Sin embargo fueron estas organizaciones las que fueron logrando que ocurrieran los cambios e hicieron del mundo un lugar un poco mejor para vivir. Gracias a las feministas, las mujeres obtuvieron el derecho a voto en toda democracia que se precie como tal y conquistaron espacios que antes tenían vedados. Los sindicatos y los partidos de izquierda, fueron logrando importantes mejoras en las condiciones de vida y de trabajo de los asalariados. Minorías raciales como los negros en Estados Unidos, gracias a su capacidad de organizarse, dejaron de ser ciudadanos de segunda y hoy este país tiene al primer presidente negro de su historia, de la misma manera que Brasil, una de las sociedades más clasistas del mundo, eligió en 2003 a un presidente que comenzó trabajando como limpiabotas a los doce años. El trabajo infantil fue erradicado en varios lugares del mundo y la alfabetización lograda, gracias a que junto a los gobiernos, existió el trabajo de mucha gente que tomó estas causas como propias.


Por supuesto, el feminismo, el racismo, la pobreza, siguen siendo problemas en muchos lugares del mundo, aún en aquellos que cité como ejemplo y el mundo sigue siendo un lugar cruel e injusto, pero esa no es razón para perder la perspectivas de las cosas como fueron antes y como son ahora. Es cierto, las grandes utopías no parecen tener cabida hoy en día, yo mismo soy muy escéptico de ellas. Aunque no deberíamos olvidar que hay que luchar por diez para poder avanzar dos, que es mejor remangarse las manos y hacer algo por pequeño que sea, porque las cosas estén mejor que sentarse cómodamente a soñar el fin del mundo. Claro que cuesta más trabajo y uno se presta a ser blanco de críticas, pero es mejor que quedarse quieto y resignarse a que la única solución es gran final.



lunes, 30 de mayo de 2011

7/5 Charly García en Montevideo



Video que alguien filmó durante el susodicho concierto.


Fue cuando estaba en los primeros años de la secundaria, posiblemente al volver de un viaje por Buenos Aires, que mi madre me trajo mi primer CD de Charly García, el “Hello, Unplugged”. Por aquel entonces mi universo musical se limitaba a los Beatles, los Rolling Stones, los últimos discos de Fito Páez y posiblemente tuviera mis primeras incursiones con Deep Purple. El disco me decepcionó en un primer momento, esperaba algo más en línea con lo que oía. Visto que no podía devolverse, me puse a escucharlo. No me pareció gran cosa debo decir, pero hubo un tema que me enganchó “La sal no sala”, con el tiempo me fueron gustando otras canciones y al revés que lo que pasa con muchos discos, se trata de un álbum que más me gusta cuando más lo escucho.


Resulta casi imposible separar a Charly García el artista, de la escandalosa leyenda que esa maquina demoledora de carne humana que es la prensa argentina a construido en torno a él. Genio loco o simple idiota drogadicto, lo cierto es que Charly ha hecho muchas estupideces a lo largo de su publicitada vida que por más que me considere un admirador de su trayectoria como músico, no tiene sentido justificar lo que considero injustificable.


Creo que se trata de uno de los mejores músicos en lo que a capacidad creativa se refiere que habitan hoy por hoy este mundo. El único que a mi humilde entender está a su nivel es Tilo Wolff, quien posiblemente tenga una discografía más pareja en lo que respecta a calidad. Tampoco podemos medirlos con la misma vara, mientras Charly García ha tenido serios problemas de drogadicción y el público argentino lo ha elevado al estatus de dios donde cualquier cosa que presente es tomado acríticamente como una genialidad. El principal compositor de Lacrimosa, se ha dedicado a trabajar concienzudamente sus discos sabiendo que los elogios le llegarán solamente si los merece.


Un poco porque lo tenía en el debe, otro poco bien agitado por mi buen amigo Ciro, fui a ver a Charly el 7 de Mayo en el Velódromo. La noche era fría pero la ocasión bien lo ameritaba. Debo admitir que no me acostumbro a verlo gordo, desde que tengo memoria lo recuerdo con su típica flacura enfermiza, de las misma forma que me cuesta reconocerlo con pelo largo y lentes en su época de hippie idealista, allá por los años 70 en los tiempos de Sui Generis. A nivel musical lo vi en excelente forma, con una banda bien aceitada y capaz de tener momentos espectaculares como cuando empezaba a hacer improvisar arreglos sobre las canciones que estaba tocando, muchas veces eran no más dos o tres notas sencillitas, pero tan bien colocadas que parecía magia. Quizás le faltó un poco de arrojo, de locura, aunque lo prefiero en la tranquilidad de ahora y no que al tercer tema se le de por romper los instrumentos, dando por finalizado el concierto y tenerme que meter el dinero de la entrada ya sea imaginan donde.


Como showman, lo encontré muy suelto cuando estaba sentado tras lo teclados no así cuando decidía pararse y caminar por el escenario. Me daba la sensación que estuviera pensando “todos los rockeros desembulan por el escenario así que yo también tengo que hacerlo”. Me hubiera gustado que hubiese cambiado de instrumento en medio de la canción como lo he visto hacer en otros shows, es algo que visualmente queda muy bien y demuestra su habilidad como músico. Supongo que prefirió la seguridad de que cada uno se dedicara a lo suyo que los imprevistos. Hizo gala de mucho sentido de humor, cosa que no había podido disfrutar mucho en los últimos conciertos que he ido, porque se tratan de músicos que en lo general no hablan español. “Nadie trajo vengalas ¿Verdad?” “Iba a hacer un comentario sobre la vaya que separa a los que están separados de los que están de pie, pero nada, ustedes ya entendieron el concepto.”


A mi entender los momentos más emocionantes fueron un vibrante “Cerca de la revolución”, “Rezo por vos” que se la dedicó a Cerati, lo que no deja de ser un lindo gesto y las dos canciones que tocó de los Rolling Stones. Medio flojo me resultó la versión de “Los Dinosaurios” y la primera intervención de Rada, más como un gesto paternalista hacia la música uruguaya que otra cosa, no así cuando cantaron el tema final. El concierto me resultó un poco corto, uno puede entender que Charly está viejo y fuera de forma, para tocar varias horas. Yo prefiero pensar que dejarnos con ganas de más es parte de su magia.


Valió la pena.


Aprobecho para hacer un brevísimo repaso por la carrera de Charly.









martes, 10 de mayo de 2011

El arcade de la muerte (o de como exorcisar ciertas pesadillas)






Son extraños estos niños, tienen esos ojos que nunca acaban de acabarse, ni se los puede contar, son otros cada vez que uno se da vuelta para mirarlos. Y les fascina jugar al arcade de la muerte que pulula por los salones con su música mortuoria y su lápida que es a la vez plaqueta de game over y de inicio. Por razones que no comprendo esta música se las arregla para sobreponerse a la de las otra maquinitas, además de que todos estos arcades coordinan de alguna forma su sonido, generando el unísono efecto de un no-muerto ejercito apoderándose del local de juegos. Dicen que puede aparecer el nombre de uno en la lápida, pero nadie quiere explicar que pasa cuando esto sucede. Uno de los niños que está a mi cargo me dice que quiere jugar. Quiero, quiero, quiero, quiero, responde ante mi negativa y entierra sus uñas en mi rodilla. Los otros niños comienzan a rodearme y la rodilla duele como cuando los cráneos muerden. ¿Nunca los mordió un cráneo? Emergen de la tierra húmeda, recién removida con sus patas arácnidas y van trepando por las piernas y penetrando los dientes en la carne hasta dejarte sin fuerzas. No tengo más remedio que darles dinero para las fichas y caer, caer hacia la vigilia o hacía la gris lápida pero caer, caer, porque comienzan a hablar en náhuatl. Madre Verónica sabía un contra hechizo, pero se disipó volviéndose todas las cosas antes de poder enseñármelo, por eso temo a la muerte pero más temo a las maldiciones en náhuatl.



Madre Verónica

sábado, 2 de abril de 2011

La diosa madre de Finlandia en Montevideo



Tarja en concierto en la Trastienda, video cortesía de Laura Orges.


En mi humilde opinión hay dos mujeres que en los últimos cien años han hecho mucho por la igualdad de géneros y no son reconocidas por eso. La primera de ellas es Margaret Thatcher, que como Primer Ministra británica, demostró que las mujeres pueden ser tan o más crueles que los hombres. No se mostró para nada maternal con las clases menos favorecidas ni vaciló en ir a la guerra por las Malvinas/Falklands, asunto relativamente menor y que perfectamente hubiera podido solucionarse por la vía diplomática. Thatcher no es precisamente un icono de las feministas, quienes normalmente suelen estar alineadas con la izquierda pero ser igual tiene siempre dos aspectos, el de las virtudes y el de los defectos.


La segunda es Tarja Turunen, hay que reconocerlo, pocos géneros artísticos estaban tan asociados con la testosterona como el metal. Dudo mucho que haya sido la primera mujer en formar parte de una banda de heavy metal, pero antes que ella, ninguna había alcanzado el status de leyenda metalera, conquistando de esta manera un espacio que hasta el momento las mujeres tenían vedado.


Sin menoscabar el mérito artístico de la cantante, me parece importante hacer notar que todos los astros parecen haberse alineado para favorecer su carrera. Estamos hablando de una mujer que nació con una impresionante voz natural, la cual alimentó con una formación de primera, una belleza que le impide pasar desapercibida, estuvo en el lugar adecuado en el momento adecuado, justo cuando los nórdicos le quitaron la posta del metal a los angloparlantes, haber tenido la oportunidad de formar parte de una banda de músicos excepcionales como Nightwish. Incluso su alejamiento del conjunto más famoso de Finlandia parece haberla beneficiado en algún punto. Ha demostrado que es una cantante virtualmente imposible de sustituir.


No recuerdo bien cuando escuché por primera vez a Nightwish, son de esas bandas de las que sentís hablar desde siempre y en algún momento escuchás sin darte demasiada cuenta. Me llamó en algún momento la atención la canción “Nemo” y su videoclip, pero no fui más allá de eso, si siquiera bien porque. Llegué definitivamente a Nightwish y a la voz de Tarja Turunen a través de uno de sus principales continuadores, Epica; los caminos del arte son impredecibles.


Reconozco que ir a ver a Nightwish o a Tarja Turunen no era algo que estuviera dentro de mis planes o de mis ambiciones, al menos así era hasta hace un año atrás, pero cuando me enteré de que iba a tocar en Montevideo, supe en seguida que era algo que no me podía perder, no se trataba solamente de hacer la gamba a mi novia, era una experiencia que tenía que sentir en mis propios oídos y en mi propia piel.


Sino disfruté el concierto todo lo que pude, la culpa es toda mía por no haberme familiarizado en profundidad con la carrera solista de Tarja. Al igual que la gran mayoría de las personas, disfruto más de los temas en vivo cuando ya los conozco previamente, de todas formas no deja de ser una experiencia interesante tener la primera experiencia con una canción en la potencia de un concierto.


En un articulo que escribí para “La Diaria” dije que Tarja había sido muy inteligente a la hora de elegir los músicos que la rodean en su carrera de solista pero que no había logrado conformar una maquinaria de metal tan bien aceitada como Nightwish. Esa era la opinión que me quedaba de haber picoteado sus últimos discos y para ser justos, debería ver a Nightwish en vivo para hacerme un juicio definitivo, pero la verdad es que la soprano tiene una banda detrás realmente muy buena y difícil de superar, incluso para sus ex compañeros. Pocas veces he visto en vivo un conjunto con tanta química y tan suelta, especial mención merecieron Doug Wimbish, bajista y Mike Terrana, baterista. Sí por alguna remota posibilidad, Tarja (ella entiende español perfectamente) llega a leer este entrada, me atrevería a sugerirle que deje su carrera de solista y conforme una banda con los músicos que la acompañaron en esta gira, la combinación tiene lo necesario para convertirse en el Led Zeppelin del Siglo XXI.


Los dos momentos más destacables a mi entender, fueron el set acústico, una serie de temas muy emotivos bajo un clima como si estuvieran tocando en el living de la casa de uno y el final a todo trapo de la mano de “Wishmaster” el único recuerdo para los nostálgicos de su tiempos con Nightwish que hubo. Tarja no sólo demostró que su voz funciona tan bien en vivo como en los discos, sino ser una excelente showwoman que saber poner el carisma necesario para que un concierto de metal sea una experiencia arrolladora. En comparación con otros conciertos a los que he ido últimamente, esta vez hubo localidades repletas, lo que da para pensar que no todo está perdido en el mundo del arte y que posiblemente, tengamos a Tarja Turunem nuevamente en un par de años.





lunes, 28 de febrero de 2011

Bajar tres cambios, reconocer los propios errores

Comentarios que recibí ayer sobre mi entrada anterior (el cual ustedes pueden leer) me hizo reflexionar mucho sobre la misma y tras haberla tenido en stand by toda la noche, decidí volverla a publicar por dos razones.
La primera y la más evidente para todo el mundo es porque en ella digo algunas cosas que creo y seguiré sosteniendo probablemente hasta que me muera o que alguna experiencia me demuestre que estuve equivocado. Creo fervientemente que el modelo de belleza fisica que se nos impone es una forma de opresión por la cual se le genera a la gente inseguridades que los hacen volverse consumidores acríticos de cualquier porquería que se nos quiera vender. También me resulta triste y patético que haya gente que se preocupe desmesuramente por su aspecto fisico, como si este fuera la única manera posible de ser feliz haciendo que se posterguen otros aspectos de la condición humana que a mi entender son más importantes para tener una vida plena y feliz. También considero repugnante que mediante este virtual lavado de cerebro, muchas personas decidan poner al límite la capacidad de resistencia de su cuerpo, sometiendolo a hambre, actividad fisica excesiva, arriesgando en casos la salud y la vida. Cosa distinta es una sana preocupación por la estética y el cuidado fisico, lo cual es una cuestión de salud, higiene y valoración de uno mismo. Es cierto que el límite entre una cosa y la otra, muchas veces no resulta todo lo claro que tendría que estar.
En segundo lugar y más importante, decidí mantener la entrada anterior porque es una buena ilustración de un error que lamentablemente es muy común y es en muchos casos el origen de los problemas que tiene y ha tenido la humanidad. Que uno esté absolutamente convencido de lo que piensa no lo hace el dueño de la verdad ni le da derecho a pasar por encima de quienes piensan o se comportan de manera distinta. En la anterior entrada, descalifiqué y humillé públicamente a una persona, la traté de banal y subnormal, solamente porque bajó varios kilos respecto a la última vez que la vi y porque se tiñó el pelo de rubio. No me gusta lo que hizo, pero no es ningún crimen. Fui prejuicioso, superficial e inluso, bastante fascista, esa no es la clase de persona que quiero ser.
La chica en cuestión tiene derecho a elegir un forma de vida con la que yo no estoy de acuerdo, siempre y cuando no le haga daño nadie, hasta donde podemos saber, no le ha hecho daño a nadie, salvo quizás a ella misma, pero eso no podemos más que suponerlo. Yo en cambio si le hice daño, poniendola en la picota, por eso saqué las fotos que había subido. Visto que esas fotos estuvieron solamente un día online y que mi blog no convoca precisamente multitudes, no creo que le haya arruinado la vida.
Siempre he defendido y sigo defiendo la libertad de cada persona a elegir la forma de vivir que le parezca la mejor, aún cuando tenga mis reparos respecto a esas forma de vivir o directamente no me guste ese camino. Me indigna que desde los centros de poder, se nos quiera imponer acríticamente una forma de vivir. En mi entrada anterior terminé haciendo justamente lo que quería críticar, imponiendo (dentro de mis limitadas posibilidades) una forma de vida.
También decidí dejar la entrada anterior, porque no me avergüenza equivocarme, si me avergonzaría no reconocer mis errores ni enmendarlos en la medida de lo que se pueda. A la chica en cuestión, le pido mis más sinceras disculpas. A Dying Lenore que me defendió y me apoyó apasionadamente aún en mi error, le doy las gracias, su constante apoyo es muy importante para mí y muchas veces la razón por la cual sigo adelante. A quienes me criticaron y me hicieron ver que estaba equivocado, gracias también por ello, en especial a quien considero una amiga y que más de una vez ha sabido defenderme de agresiones gratuitas que he recibido. Como amigo, espero tener el coraje y la claridad para señalarle errores que considere que cometa en el futuro y darle la posibilidad de corregirlos a tiempo.

sábado, 26 de febrero de 2011

Contra la rubiatificación del género femenino

(Por favor leer luego, mi siguiente entrada)

Por razones que no vienen al caso nombrar, he tenido que pasar estos días encerrado en casa y con bastante tiempo libre. La primera consecuencia de ello es que mi humor se pone de mal en peor, sobre todo con el día precioso que hace hoy. Lo segundo es que casi sin darme cuenta empiezo a buscar formas cada vez más estúpidas de pasar el tiempo, entre ellas buscar en facebook a ex compañeros de liceo que nunca agregaría para chusmear si están y hacerme una vaga idea sobre que fue de su vida.
Una vez que había buscado a toda mi generación decidí seguir con personas de las generaciones continuas a las mías. Entre ellos a una chica un año mayor que yo a la que recuerdo gracias a sus atributos físicos. Como podrán ver en las fotos que subí, hay una diferencia abismal entre lo que era aquella ex compañera y lo que me devolvió el facebook, pero si observan detenidamente verán que es la misma persona, además de que los amigos en común que tengo con ella, son todos ex alumnos de mi colegio, por lo que no queda ningún lugar a dudas.
Será que ando con demasiado tiempo libre, pero lo cierto es que lo que me mostró el facebook me molestó bastante. ¿Por qué una linda gurisa decidió forzar su biología al máximo para ser una caricatura del ideal de belleza que los medios de comunicación nos venden? A decir verdad, nunca intercambié palabra con ella, salvo cuando estábamos en la escuela y me decía “maricón”, así que no puedo saber si era una chica con muchas luces o no, uno diría que no lo es, pero por la poca información que pude ver, se recibió de abogada o está estudiando abogacía y trabaja una importante oficina del estado, así que tan estúpida no puede ser. Lo que me lleva a la siguiente pregunta, ¿Por qué una abogada o casi abogada de 28 años pone en el facebook fotos de perfil dignas de una pendeja de 15? ¿Hay alguna frustración de su adolescencia de la que se está desquitando ahora?
De todas formas, es preocupante, estamos hablando de una universitaria, que no tiene el menor sentido crítico para pensar dos segundos como se nos manipulan mediante el uso y abuso de un único ideal de belleza. Por otro lado, si yo fuera el padre de ella la echaría de la casa de una patada en el culo (si es que aún viviera en mi casa) y la desheredaría. Sacrificar no sé cuantos años de vida pagándole un colegio privado y aparentemente también universidad privada, para que su concepto de realización personal sea tener un cuerpo de modelo-tonta y lucirlo como changuito de 15 años por la web. Lo peor es que mantener esa silueta le debe estar costando un esfuerzo bastante considerable y seguramente poniendo a riesgo su salud. Digamos la verdad, no tiene una mirada muy saludable esa chica. No se puede asegurar de que si la mandaron a colegio católico sea necesariamente porque viene de una familia religiosa, pero sí de que creían que en la vida hay cosas más importantes que una abultada cuenta bancaria y un par de nalgas. Aunque quizás esté suponiendo demasiado, la verdad que había cada energúmeno de padre restándole puntos a la humanidad. ¿Cuántas mujeres así hay en el mundo? ¿Cómo es posible creer que se va a alcanzar la felicidad manteniendo una figura antinatural y calentando a cuanto macho energúmeno haya por Internet? ¿Qué tiene esta clase de gente en la cabeza?
La verdad, mi querida ex compañerita de colegio, eras mucho más linda antes y pese a que me llamabas maricón, cuando fantaseaba contigo tenía de que agarrarme y podía hacerme la ilusión de que eras gente, ahora me das lástima, me preocupas y me imagino que te debés sentir como plástico al tacto.